06
MAYO, 2020
Tortícolis muscular congénita
Bebés
Fisioterapia
Tortícolis Muscular Congénita en Bebés
El origen de la palabra tortícolis es del latín “tortum collum”, cuello torcido. Hace referencia a una posición anormal de la cabeza respecto al eje corporal como resultado de varias condiciones. Generalmente la lateralidad se observa del lado derecho. Sucede con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
La TMC es más frecuente en niños que en niñas
Sargent et al., 2019
Datos epidemiológicos
Es una deformidad postural muy frecuente, la incidencia mundial de la TMC es de 1 por cada 250 recién nacidos. Por lo anterior, es considerada la tercera anomalía ortopédica más importante en bebés. La incidencia de la TMC ha incrementado en los últimos años debido a factores culturales como la campaña “seguridad al dormir”, que promueve disminuir la posición boca abajo para jugar (la cual es necesaria para fomentar la activación de los músculos del cuello y para reducir las deformidades craneales) y el uso de equipos para posicionar a los bebés, como columpios infantiles, sillas de auto y cochecitos, los cuales incrementan el tiempo de exposición de la cabeza del bebé sobre una superficie firme.
Tipos de tortícolis congénita
Los músculos del cuello forman un sistema complejo en el que se distinguen dos niveles: el superficial (músculos largos del cuello) y el profundo (músculos paravertebrales). El músculo esternocleidomastoideo (ECOM) está en la parte frontal del cuello, donde se forma una masa visible y palpable; es muy importante para realizar rotaciones de un lado a otro, inclinar y flexionar la cabeza.
Categorías de tortícolis congénita.
- Postural (20%). Los bebés tienen una preferencia por una postura, sin embargo, no tienen tensión muscular o restricción en el rango de movimiento pasivo.
- Muscular (30%). Tensión del ECOM y restricción en el rango de movimiento pasivo.
- Masa del esternocleidomastoideo (50%). Engrosamiento del ECOM y restricción en el rango de movimiento pasivo.
Causas
Aún no se conocen con exactitud las causas de la TMC, se han propuesto varias hipótesis: isquemia o disminución del flujo sanguíneo, trauma durante el nacimiento por uso de fórceps o copas de succión y malposición intrauterina del feto.
De las propuestas anteriores la más aceptada es que posiblemente se debe a una deformidad intrauterina, asociada a la limitación de espacio durante los primeros embarazos, la disminución del volumen del líquido amniótico, síndrome de compresión uterina, deformidad por la posición del feto o anormalidades vertebrales.
Diagnóstico
La tortícolis muscular congénita (TMC) es evidente después del nacimiento, el clínico puede diagnosticarla 2 o 3 semanas después del nacimiento del bebé. Se manifiesta como una contractura o fibrosis en uno de los músculos esternocleidomastoideos provocando la rotación e inclinación de la cabeza hacia un lado, debido al acortamiento del músculo.
El diagnóstico incluye un historial clínico exhaustivo para saber si hubo un nacimiento con un trauma mecánico, acompañado de un examen físico en el que se buscan los siguientes signos clínicos:
- Fibrosis o acortamiento del ECOM. La ultrasonografía se utiliza para cuantificar la severidad de la fibrosis muscular.
- Una inclinación lateral de la cabeza y rotación hacia el lado opuesto con una notable limitación del rango de movimiento cervical pasivo y activo.
- Una masa o tumor visible y palpable sobre el ECOM, el cual aparece durante los primeros tres meses de vida y en 50% de los casos, seguido de restricción en el rango de movimiento y una postura fija de cuello rígido e inflamación dolorosa.
- Modificación de la morfología craneal. La asimetría craneofacial es una discapacidad coexistente en 90% de los bebés con TMC e incrementa el riesgo de asimetría facial, mandibular y de la oreja.
- Posturas compensatorias a nivel cervical, torácico, en las extremidades, elevación de hombros o inclinación del tronco hacia el lado afectado.
Normalmente el diagnóstico se basa en el exámen clínico y en pocos casos se utilizan pruebas complementarias. En ocasiones se requiere un diagnóstico diferencial para descartar otras formas de tortícolis congénita o adquirida por ejemplo, anormalidades esqueléticas congénitas, traumatismo, infección, inflamación de estructuras continuas, tumores, trastornos en el tono y movimiento muscular, entre otras).
Tratamiento y Terapia Física
Se obtienen mejores resultados cuando los bebés son diagnosticados a tiempo y se inicia la terapia física antes de los 3 meses de edad. Si esto no sucede, la TMC puede conducir a deformidades craneofaciales, dismorfismos cervicoespinales y movimientos cervicales limitados y dolorosos, por lo que se requerirán intervenciones invasivas como inyecciones de neurotoxina botulínica o cirugía.
Es la primera opción de intervención y 54 a 70% de los pacientes diagnosticados antes de los 12 meses de edad son rehabilitados satisfactoriamente. El tratamiento se sustenta en los siguientes componentes:
- Mejorar el rango de movimientos pasivos y activos del tronco y del cuello.
- Prevenir contracturas y mejorar la simetría de la cara, cabeza y cuello.
- Desarrollar movimientos activos simétricos.
- Realizar adaptaciones en su entorno.
- Educar a los padres o cuidadores para integrar las intervenciones terapéuticas en la rutina familiar.
El tratamiento inicial se enfoca en realizar estiramientos de rango pasivo, como rotaciones laterales, flexiones y extensiones. La duración del tratamiento con terapia física depende del momento en que inicia la rehabilitación. Estudios en pacientes con TMC demuestran que cuando la terapia física inicia después de los 3 meses de nacido, los resultados en el rango de movimiento del cuello.
Otras opciones de tratamiento.
Inyecciones con toxina botulínica
Alrededor del 36% de los pacientes tienen deformidades más rígidas y persistentes después de 6 meses o un año de terapia, por lo que el uso de inyecciones de toxina botulínica en el ECOM, más terapia física, pueden corregir el problema y evitar la última opción de tratamiento, una cirugía.
La toxina botulínica de tipo A, un inhibidor de la acetilcolina, actúa como un relajante muscular dirigido. Esta toxina logra relajar los tejidos blandos tensos y así facilitar la rehabilitación del paciente, obtener una mejor corrección de la contractura y trabajar en el fortalecimiento del músculo para mantener la corrección a largo plazo.
Collarín
También conocido como ortesis tubular para la tortícolis, se usa para dar soporte al lado dañado del cuello en una posición neutral. Se recomienda para niños de más de cuatro meses de edad y cuando éstos están despiertos.
Cirugía
La cirugía es necesaria cuando el tratamiento no es suficiente después de seis meses de tratamiento con terapia física, si persiste una banda muscular tensa o un tumor en el ECOM. El procedimiento incluye el alargamiento del ECOM o la extracción radical del mismo músculo.
Los futuros padres y los padres de recién nacidos deben conocer la importancia de observar y supervisar a sus bebés: las posturas boca arriba y boca abajo cuando juegan, los movimientos activos en las posturas y prevenir ciertas preferencias por determinadas posturas. Es muy importante acudir con el pediatra y el fisioterapeuta si hay indicios de asimetrías o si surgen inquietudes sobre las posturas de sus bebés.
¿Necesitas fisioterapia?
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