Tratamientos alternativos al dolor crónico.

Las principales causas de discapacidad son dolor de espalda, dolor de cuello, migraña y desórdenes musculoesqueléticos. Los anteriores ocasionan episodios de depresión y ansiedad, resultado del dolor crónico.

En los últimos años, los opiáceos (fármacos  utilizados  para tratar el dolor) han sido la base del tratamiento de trastornos que manifiestan dolor crónico en Estados Unidos, los cuales generan adicción. Las guías de tratamiento para el dolor crónico del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)  promueven el uso de fármacos sin opiáceos y de terapias alternativas como métodos primarios.

Recientemente han surgido tratamientos alternativos no farmacológicos para el dolor crónico, entre ellos, las Intervenciones Basadas en Atención Plena  (IBAP) o Mindfulness. De hecho, en países como Nueva Zelanda, para el tratamiento del dolor crónico recomiendan a fisioterapeutas colaborar con psicólogos conductuales. Esta colaboración busca complementar el tratamiento y reducir el consumo de fármacos.

Mindfulness, herramienta para la disminución de dolor crónico.

Intervenciones Basadas en Atención Plena  (IBAP) para el dolor crónico.

Conforme avanza la edad de las personas, también lo hacen los padecimientos y el dolor crónico. Para lo anterior, es necesario encontrar estrategias de tratamiento que sean eficaces, seguras y rentables.

Las IBAP son un método de ajuste psicológico que tienen su origen en las prácticas Zen y Budistas y fueron formuladas originalmente por Jon Kabat-Zinn del Instituto de Tecnológico de Massachusetts en 1979, y giran en torno a un entrenamiento de meditación sistemático formal, educación del paciente, ejercicios de yoga, diálogo individual y grupal.

 El componente principal es la atención plena, es decir, la conciencia que emerge a través de una atención intencional y sin prejuicios del presente. Los pacientes son alentados a cambiar la manera en que se relacionan con el dolor, la aceptación, atendiendo a las experiencias internas (como las sensaciones físicas, pensamientos y emociones),  llevando el juicio hacia los pensamientos que modifican la percepción del dolor. Teóricamente, desacopla la dimensión sensorial del dolor de la reacción de alarma, resultando en una atenuación de la experiencia de sufrimiento a través de la reevaluación cognitiva para lograr la disminución del dolor.

Las IBAP han sido utilizadas por más de 40 años para reducir el dolor en condiciones como dolor de espalda baja, migraña, dolor de cabeza y dolor musculoesquelético, incrementar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida. Usualmente, no es posible eliminar por completo el dolor, pero el paciente aprende habilidades para tener una vida productiva aún con la presencia de molestias o discapacidad. 

Al integrar IBAP  y otras intervenciones terapéuticas en un plan multidisciplinario de manejo del dolor, los clínicos observan mejores resultados en el tratamiento y menor consumo de analgésicos.

La atención plena o Mindfulness es una herramienta que se ha propuesto para aminorar el dolor en distintos padecimientos, como en las lesiones de médula espinal (dañada por un evento traumático y, usualmente, lleva a la pérdida parcial o completa de la función sensorial y/o motora) y artritis reumatoide. En poblaciones con daño neurológico, como en la esclerosis múltiple, ha demostrado mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Cada vez hay más estudios que demuestran lo efectivo de esta técnica, sin embargo, aún hay muchos aspectos que deben ser explorados, como los beneficios a largo plazo, los beneficios de las intervenciones breves, frecuencia del tratamiento y relación costo-beneficio.

¿En qué consiste y cómo iniciar?

Consiste en tres fases: 

1. Fase de concentración.
2. Fase de conciencia.
3. Fase de concentración y conciencia.

Cada fase tiene un reto, respiración, concentración y conciencia de la sensación de cada parte de tu cuerpo, así como de tus pensamientos. Toma varias semanas lograr lo anterior, lo ideal es no dejar de hacerlo y mejorar en cada sesión. Tener un espacio tranquilo y cómodo es la base de esta práctica. Lo ideal es realizarlo por las mañanas, pero si así lo prefieres, en las noches también es una buena opción.

Beneficios

• No hay riesgo de adicción.
• Son de bajo costo.
• No son invasivas.
• Disminuye el dolor crónico.
• Los niveles de actividad mejoran.
• No ocasiona dolor ni reacciones adversas.
• Mejora la autoestima e imagen corporal.
• Mejor resultado del tratamiento de Fisioterapia .
• Disminuye el estrés, ansiedad y depresión.
• Disminuye las interrupciones en las actividades diarias.
• Cuando se integra a un plan de manejo de dolor, el consumo de medicamentos se reduce.

Beneficios de practicar Mindfulness.

Aplicaciones

Dolor en la espalda baja: se ha observado que la intensidad del dolor mejora significativamente.

Migraña y dolor de cabeza crónicos: se ha mostrado, en ensayos clínicos, una reducción del 50% en la intensidad del dolor de cabeza y la reducción de la frecuencia en 6-8 días. 

Dolor musculoesquelético: pocos estudios han abordado el efecto de las IBAP en el dolor musculoesquelético, pero un estudio clínico ha mostrado que la meditación consciente genera una reducción significativa en el dolor crónico y un mejor funcionamiento, independientemente del tipo de dolor, manteniendo los beneficios hasta 15 meses.

Mindfulness es una herramienta que beneficia tu estado físico y psicológico. Favorece la disminución del dolor crónico cuando se realiza con expertos en Fisioterapia. Los fisioterapeutas o terapeutas en rehabilitación pueden optar por integrar esta herramienta, sin embargo, no debes confundir a personas que tiene práctica en esta técnica y desean hacer terapias de rehabilitación a personas con lesiones.

El dolor causado por la migraña puede mejorar con mindfulness.